Con adaptación de espacios y a través de teletrabajo, casi 3 mil trabajadores han adaptado esta modalidad para asegurar la persecución penal y la continuidad de las causas que siguen siendo perseguidas en medio de la emergencia sanitaria producto del COVID-19.
Tanto fiscales como abogados asistentes y funcionarios han adoptado esta medida dejando el trabajo presencial con la dotación mínima para así evitar focos de contagio y a su vez proteger a los usuarios y el resto de la población evitando la concurrencia a las fiscalías.
“Los delitos deben seguir siendo denunciados y deben seguir siendo investigados y en estos casos no hay excusa posible para que los fiscales del Ministerio Público no sigamos cumplamos nuestro rol. No lo hemos dejado de cumplir, estamos cumpliendo turnos con funcionarios de Carabineros, estamos cumpliendo con las audiencias fijadas por los tribunales y seguimos investigando los delitos tal cual como antes pero utilizando medios tecnológicos” afirmó Paolo Muñoz, director de finanzas y consejero regional en el Bio Bio, de la Asociación Nacional de Fiscales.
En regiones el teletrabajo también se ha adoptado como una modalidad para garantizar el servicio en medio de la pandemia. Desde Copiapó, el fiscal Leonel Ibacache detalla que la atención a víctimas y denunciante “no se ha visto interrumpido ya que hay delitos graves en que la víctima requiere ese contacto y se sigue brindando a través de teléfono y por eso es relevante que en las denuncias se señalen correos electrónicos y teléfonos para poder contactarlos. Aquello se sigue haciendo en los casos de VIF que lamentablemente han aumentado y en casos de delitos graves”.